8 Los sacerdotes no dijeron: "¿Dónde está el Señor?" Los que se ocupaban de la ley no me conocieron, los gobernantes se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaban por Baal, y andaban tras cosas que no aprovechan.
9 Por tanto, aún contenderé con vosotros--declara el Señor-- y con los hijos de vuestros hijos contenderé.
10 Pasad, pues, a las islas de Quitim y ved, enviad gente a Cedar y observad atentamente, y ved si ha habido cosa semejante:
11 ¿Ha cambiado alguna nación sus dioses, aunque ésos no son dioses? Pues mi pueblo ha cambiado su gloria por lo que no aprovecha.
12 Espantaos, oh cielos, por esto, y temblad, quedad en extremo desolados--declara el Señor.
13 Porque dos males ha hecho mi pueblo: me han abandonado a mí, fuente de aguas vivas, y han cavado para sí cisternas, cisternas agrietadas que no retienen el agua.
14 ¿Es un esclavo Israel o un siervo nacido en casa? ¿Por qué se ha convertido en presa?