2 Así dice el Señor: "Ponte en el atrio de la casa del Señor, y habla a todas las ciudades de Judá que vienen a adorar en la casa del Señor todas las palabras que te he mandado decirles. No omitas ni una palabra.
3 "Tal vez escuchen y cada uno se vuelva de su mal camino, y yo me arrepienta del mal que pienso hacerles a causa de la maldad de sus obras."
4 Les dirás: "Así dice el Señor: 'Si no me escucháis, para andar en mi ley que he puesto delante de vosotros,
5 escuchando las palabras de mis siervos los profetas que os he enviado repetidas veces, pero no los habéis escuchado,
6 entonces pondré esta casa como Silo, y esta ciudad la pondré por maldición para todas las naciones de la tierra.'"
7 Y los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías decir estas palabras en la casa del Señor.
8 Cuando Jeremías terminó de decir todo lo que el Señor le había mandado que hablara a todo el pueblo, lo apresaron los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, diciendo: De cierto, morirás.