1 Palabra que vino a Jeremías de parte del Señor después que Nabuzaradán, capitán de la guardia, lo había dejado libre en Ramá, cuando lo había tomado estando él encadenado entre todos los desterrados de Jerusalén y Judá que iban deportados a Babilonia.
2 Tomó, pues, el capitán de la guardia a Jeremías, y le dijo: El Señor tu Dios decretó esta calamidad contra este lugar,
3 y el Señorla ha traído y hecho tal como había dicho. Porque vosotros pecasteis contra el Señor y no escuchasteis su voz, por tanto os ha sucedido esto.
4 Mas ahora, he aquí, hoy te libro de las cadenas que están en tus manos. Si te parece bien venir conmigo a Babilonia, ven, y yo te cuidaré; pero si te parece mal venir conmigo a Babilonia, no te preocupes. Mira, toda la tierra está delante de ti; ve adonde mejor y más conveniente te parezca ir.