6 "Por tanto, se derramó mi ira y mi furor y ardió en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que fueron convertidas en ruinas y en desolación, como lo están hoy.
7 "Ahora pues, así dice el Señor Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: '¿Por qué os hacéis un daño tan grande a vosotros mismos cortando de entre vosotros a hombre y mujer, niño y lactante de en medio de Judá, sin que os quede remanente,
8 provocándome a ira con la obra de vuestras manos, quemando sacrificios a otros dioses en la tierra de Egipto, adonde habéis entrado a residir, de modo que seáis exterminados y vengáis a ser maldición y oprobio entre todas las naciones de la tierra?
9 '¿Habéis olvidado las maldades de vuestros padres, las maldades de los reyes de Judá y las maldades de sus mujeres, vuestras propias maldades y las maldades de vuestras mujeres, que cometieron en la tierra de Judá y en las calles de Jerusalén?
10 'Pero hasta hoy no se han humillado, ni han temido, ni han andado en mi ley ni en mis estatutos que puse delante de vosotros y delante de vuestros padres.'"
11 Por tanto, así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: "He aquí, volveré el rostro contra vosotros para mal, y para destruir a todo Judá.
12 "Y quitaré el remanente de Judá que ha decidido entrar en la tierra de Egipto para residir allí, y serán acabados en la tierra de Egipto; caerán a espada, por el hambre serán acabados. Tanto el pequeño como el grande morirán a espada y de hambre; seréis motivo de maldición, de horror, de imprecación y de oprobio.