8 Huid, volved, morad en las profundidades, habitantes de Dedán, porque la ruina de Esaú traeré sobre él al momento de castigarlo.
9 Si vinieran a ti vendimiadores, ¿no dejarían rebuscos? Si vinieran ladrones de noche, sólo destruirían hasta que les bastara.
10 Pero yo he despojado totalmente a Esaú, he descubierto sus escondrijos y no podrá esconderse. Ha sido destruida su descendencia, sus hermanos y vecinos, y él ya no existe.
11 Deja a tus huérfanos, yo los conservaré con vida; que tus viudas confíen en mí.
12 Pues así dice el Señor: He aquí, los que no estaban condenados a beber la copa, ciertamente la beberán, ¿y serás tú absuelto por completo? No serás absuelto, sino que ciertamente la beberás.
13 Porque por mí he jurado--declara el Señor-- que Bosra será motivo de horror, de oprobio, de ruina y de maldición; todas sus ciudades se convertirán en ruinas perpetuas.
14 He oído un mensaje de parte del Señor, y un mensajero es enviado entre las naciones, diciendo: Reuníos y venid contra él, y levantaos para la guerra.