2 Y enviaré extranjeros a Babilonia que la aventarán y vaciarán su tierra; porque estarán contra ella por todos lados el día de su tribulación.
3 Que no entese el entesador su arco, ni se levante con su coraza; no perdonéis a sus jóvenes; entregad a la destrucción todo su ejército.
4 Caerán muertos en la tierra de los caldeos, y traspasados en sus calles.
5 Porque no ha sido abandonado Israel ni Judá por su Dios, el Señor de los ejércitos, aunque su tierra está llena de culpa delante del Santo de Israel.
6 Huid de en medio de Babilonia, y salve cada uno su vida. No perezcáis por su culpa, pues este es el tiempo de la venganza del Señor; El le dará su pago.
7 Copa de oro ha sido Babilonia en la mano del Señor, que embriagaba toda la tierra. De su vino bebieron las naciones; se enloquecieron, por tanto, las naciones.
8 De repente cae Babilonia y se hace pedazos. Gemid por ella, traed bálsamo para su dolor; quizá se cure.