7 Copa de oro ha sido Babilonia en la mano del Señor, que embriagaba toda la tierra. De su vino bebieron las naciones; se enloquecieron, por tanto, las naciones.
8 De repente cae Babilonia y se hace pedazos. Gemid por ella, traed bálsamo para su dolor; quizá se cure.
9 Quisimos curar a Babilonia, pero no ha sanado; dejadla, y vayamos cada cual a su tierra, porque ha llegado al cielo su juicio, se ha elevado hasta las nubes.
10 El Señor ha sacado a la luz nuestra justicia; venid y contemos en Sion la obra del Señor nuestro Dios.
11 Afilad las flechas, llenad las aljabas; el Señor ha despertado el espíritu de los reyes de Media, porque su plan contra Babilonia es destruirla; porque esta es la venganza del Señor, la venganza de su templo.
12 Levantad bandera contra los muros de Babilonia; reforzad la guardia, apostad centinelas, preparad emboscadas; porque el Señor ha decidido, y también ejecutará lo que habló acerca de los habitantes de Babilonia.
13 Oh, tú, que moras junto a muchas aguas, rica en tesoros, ha llegado tu fin, el término de tu codicia.