24 ¿Por qué escondes tu rostro y me consideras tu enemigo?
25 ¿Harás que tiemble una hoja llevada por el viento, o perseguirás a la paja seca?
26 Pues escribes contra mí cosas amargas, y me haces responsable de las iniquidades de mi juventud.
27 Pones mis pies en el cepo, y vigilas todas mis sendas; pones límite a las plantas de mis pies,
28 mientras me deshago como cosa podrida, como vestido comido de polilla.