1 El hombre, nacido de mujer, corto de días y lleno de turbaciones,
2 como una flor brota y se marchita, y como una sombra huye y no permanece.
3 Sobre él ciertamente abres tus ojos, y lo traes a juicio contigo.
4 ¿Quién hará algo limpio de lo inmundo? ¡Nadie!
5 Ya que sus días están determinados, el número de sus meses te es conocido, y has fijado sus límites para que no pueda pasarlos.