26 Juntos yacen en el polvo, y los gusanos los cubren.
27 He aquí, yo conozco vuestros pensamientos, y los designios con los cuales me dañaríais.
28 Porque decís: "¿Dónde está la casa del noble, y dónde la tienda donde moraban los impíos?"
29 ¿No habéis preguntado a los caminantes, y no reconocéis su testimonio?
30 Porque el impío es preservado para el día de la destrucción; ellos serán conducidos en el día de la ira.
31 ¿Quién le declarará en su cara sus acciones, y quién le pagará por lo que ha hecho?
32 Mientras es llevado al sepulcro, velarán sobre su túmulo.