9 Oscurézcanse las estrellas de su alba; que espere la luz mas no la tenga, que tampoco vea el rayar de la aurora;
10 porque no cerró las puertas del vientre de mi madre, ni escondió la aflicción de mis ojos.
11 ¿Por qué no morí yo al nacer, o expiré al salir del vientre?
12 ¿Por qué me recibieron las rodillas, y para qué los pechos que me dieron de mamar?
13 Porque ahora yo yacería tranquilo; dormiría, y entonces tendría descanso
14 con los reyes y los consejeros de la tierra, que reedificaron ruinas para sí;
15 o con príncipes que tenían oro, que llenaban sus casas de plata.