23 Porque El no necesita considerar más al hombre, para que vaya ante Dios en juicio.
24 El quebranta a los poderosos sin indagar, y pone a otros en su lugar.
25 Pues El conoce sus obras, de noche los derriba y son aplastados.
26 Como a malvados los azota en un lugar público,
27 porque se apartaron de seguirle, y no consideraron ninguno de sus caminos,
28 haciendo que el clamor del pobre llegara a El, y que oyera el clamor de los afligidos.
29 Cuando está quieto, ¿quién puede condenarle?; y cuando esconde su rostro, ¿quién puede contemplarle?; esto es, tanto nación como hombre,