28 haciendo que el clamor del pobre llegara a El, y que oyera el clamor de los afligidos.
29 Cuando está quieto, ¿quién puede condenarle?; y cuando esconde su rostro, ¿quién puede contemplarle?; esto es, tanto nación como hombre,
30 para que no gobiernen hombres impíos, ni sean lazos para el pueblo.
31 Porque ¿ha dicho alguno a Dios: "He sufrido castigo,ya no ofenderé más;
32 enséñame lo que no veo; si he obrado mal, no lo volveré a hacer?"
33 ¿Ha de retribuir El según tus condiciones, porque tú has rehusado? Porque tú tienes que escoger y no yo, por tanto, declara lo que sabes.
34 Los hombres entendidos me dirán, y también el sabio que me oiga: