18 Ten cuidado, no sea que el furor te induzca a burlarte; no dejes que la grandeza del rescate te extravíe.
19 ¿Te protegerán tus riquezas de la angustia, o todas las fuerzas de tu poder?
20 No anheles la noche, cuando los pueblos desaparecen de su lugar.
21 Ten cuidado, no te inclines al mal; pues has preferido éste a la aflicción.
22 He aquí, Dios es exaltado en su poder, ¿quién es maestro como El?
23 ¿Quién le ha señalado su camino, y quién le ha dicho: "Has hecho mal"?
24 Recuerda que debes ensalzar su obra, la cual han cantado los hombres.