1 Entonces respondió Job y dijo:
2 ¡Oh, si pudiera pesarse mi sufrimiento, y ponerse en la balanza junto con mi calamidad!
3 Porque pesarían ahora más que la arena de los mares: por eso mis palabras han sido precipitadas.
4 Porque las flechas del Todopoderoso están clavadas en mí, cuyo veneno bebe mi espíritu, y contra mí se juntan los terrores de Dios.