26 ¿Pensáis censurar mis palabras, cuando las palabras del desesperado se las lleva el viento?
27 Aun echaríais suerte sobre los huérfanos, y especularíais con vuestro amigo.
28 Y ahora, tratad de mirarme y ved si miento en vuestra cara.
29 Desistid, por favor; que no haya injusticia; sí, desistid; en ello está aún mi justicia.
30 ¿Acaso hay injusticia en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir calamidades?