7 Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis estatutos y no los habéis guardado. Volved a mí y yo volveré a vosotros--dice el Señor de los ejércitos. Pero decís: "¿Cómo hemos de volver?"
8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me estáis robando. Pero decís: "¿En qué te hemos robado?" En los diezmos y en las ofrendas.
9 Con maldición estáis malditos, porque vosotros, la nación entera, me estáis robando.
10 Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto--dice el Señor de los ejércitos-- si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde.
11 Por vosotros reprenderé al devorador, para que no os destruya los frutos del suelo; ni vuestra vid en el campo será estéril--dice el Señor de los ejércitos.
12 Y todas las naciones os llamarán bienaventurados, porque seréis una tierra de delicias--dice el Señor de los ejércitos.
13 Vuestras palabras han sido duras contra mí--dice el Señor--. Pero decís: "¿Qué hemos hablado contra ti?"