4 Y se decían unos a otros: Nombremos un jefe y volvamos a Egipto.
5 Entonces Moisés y Aarón cayeron sobre sus rostros en presencia de toda la asamblea de la congregación de los hijos de Israel.
6 Y Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rasgaron sus vestidos;
7 y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por la que pasamos para reconocerla es una tierra buena en gran manera.
8 Si el Señor se agrada de nosotros, nos llevará a esa tierra y nos la dará; es una tierra que mana leche y miel.
9 Sólo que no os rebeléis contra el Señor, ni tengáis miedo de la gente de la tierra, pues serán presa nuestra. Su protección les ha sido quitada, y el Señor está con nosotros; no les tengáis miedo.
10 Pero toda la congregación dijo que los apedrearan. Entonces la gloria del Señor apareció en la tienda de reunión a todos los hijos de Israel.