3 Entonces Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, y yo iré; quizá el Señor venga a mi encuentro, y lo que me manifieste te lo haré saber. Y se fue a un cerro pelado.
4 Dios salió al encuentro de Balaam, y éste le dijo: He preparado los siete altares y he ofrecido un novillo y un carnero sobre cada altar.
5 Y el Señor puso palabra en la boca de Balaam, y le dijo: Vuelve a Balac y así hablarás.
6 El entonces volvió a Balac, y he aquí que estaba junto a su holocausto, él y todos los jefes de Moab.
7 Y comenzó su profecía, y dijo: Desde Aram me ha traído Balac, rey de Moab, desde los montes del oriente: "Ven, y maldíceme a Jacob; ven, y condena a Israel."
8 ¿Cómo maldeciré a quien Dios no ha maldecido? ¿Cómo condenaré a quien el Señor no ha condenado?
9 Porque desde la cumbre de las peñas lo veo, y desde los montes lo observo. He aquí, es un pueblo que mora aparte, y que no será contado entre las naciones.