8 Pues ella no sabía que era yo el que le daba el trigo, el mosto y el aceite, y le prodigaba la plata y el oro, que ellos usaban para Baal.
9 Por tanto, volveré a tomar mi trigo a su tiempo y mi mosto a su sazón. También me llevaré mi lana y mi lino que le di para que cubriera su desnudez.
10 Y ahora descubriré su vergüenza ante los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano.
11 Haré cesar también todo su regocijo, sus fiestas, sus lunas nuevas, sus días de reposo, y todas sus solemnidades.
12 Devastaré sus vides y sus higueras, de las cuales decía ella: "Son la paga que mis amantes me han dado." Y las convertiré en matorral, y las devorarán las bestias del campo.
13 Y la castigaré por los días de los Baales cuando ella les ofrecía sacrificios y se adornaba con sus zarcillos y joyas, y se iba tras sus amantes, y se olvidaba de mí--declara el Señor.
14 Por tanto, he aquí, la seduciré, la llevaré al desierto, y le hablaré al corazón.