6 Los labios del necio provocan contienda, y su boca llama a los golpes.
7 La boca del necio es su ruina, y sus labios una trampa para su alma.
8 Las palabras del chismoso son como bocados deliciosos, y penetran hasta el fondo de las entrañas.
9 También el que es negligente en su trabajo es hermano del que destruye.
10 El nombre del Señor es torre fuerte, a ella corre el justo y está a salvo.
11 La fortuna del rico es su ciudad fortificada, y como muralla alta en su imaginación.
12 Antes de la destrucción el corazón del hombre es altivo, pero a la gloria precede la humildad.