2 da oído a la sabiduría, inclina tu corazón al entendimiento;
3 porque si clamas a la inteligencia, y alzas tu voz al entendimiento,
4 si la buscas como a plata, y la procuras como a tesoros escondidos,
5 entonces entenderás el temor del Señor, y descubrirás el conocimiento de Dios.
6 Porque el Señor da sabiduría, de su boca vienen el conocimiento y la inteligencia.
7 El reserva la prosperidad para los rectos, es escudo para los que andan en integridad,
8 guarda las sendas del juicio, y preserva el camino de sus santos.