9 Honra al Señor con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos;
10 entonces tus graneros se llenarán con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto.
11 Hijo mío, no rechaces la disciplina del Señor ni aborrezcas su reprensión,
12 porque el Señor a quien ama reprende, como un padre al hijo en quien se deleita.
13 Bienaventurado el hombre que halla sabiduría y el hombre que adquiere entendimiento;
14 porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus utilidades mejor que el oro fino.
15 Es más preciosa que las joyas, y nada de lo que deseas se compara con ella.