10 Y he aquí, una mujer le sale al encuentro, vestida como ramera y astuta de corazón.
11 Es alborotadora y rebelde, sus pies no permanecen en casa;
12 está ya en las calles, ya en las plazas, y acecha por todas las esquinas.
13 Y lo agarra y lo besa, y descarada le dice:
14 Tenía que ofrecer ofrendas de paz, y hoy he cumplido mis votos;
15 por eso he salido a encontrarte, buscando tu rostro con ansiedad, y te he hallado.
16 He tendido mi lecho con colchas, con linos de Egipto en colores;