8 pasando por la calle cerca de su esquina; iba camino de su casa,
9 al atardecer, al anochecer, en medio de la noche y la oscuridad.
10 Y he aquí, una mujer le sale al encuentro, vestida como ramera y astuta de corazón.
11 Es alborotadora y rebelde, sus pies no permanecen en casa;
12 está ya en las calles, ya en las plazas, y acecha por todas las esquinas.
13 Y lo agarra y lo besa, y descarada le dice:
14 Tenía que ofrecer ofrendas de paz, y hoy he cumplido mis votos;