5 Oh simples, aprended prudencia; y vosotros, necios, aprended sabiduría.
6 Escuchad, porque hablaré cosas excelentes, y con el abrir de mis labios rectitud.
7 Porque mi boca proferirá la verdad, abominación a mis labios es la impiedad.
8 Conforme a la justicia son todas las palabras de mi boca, no hay en ellas nada torcido ni perverso.
9 Todas son sinceras para el que entiende, y rectas para los que han hallado conocimiento.
10 Recibid mi instrucción y no la plata, y conocimiento antes que el oro escogido;
11 porque mejor es la sabiduría que las joyas, y todas las cosas deseables no pueden compararse con ella.