23 Sale el hombre a su trabajo, y a su labor hasta el atardecer.
24 ¡Cuán numerosas son tus obras, oh Señor! Con sabiduría las has hecho todas; llena está la tierra de tus posesiones.
25 He allí el mar, grande y anchuroso, en el cual hay un hervidero innumerable de animales tanto pequeños como grandes.
26 Allí surcan las naves, y el Leviatán que hiciste para jugar en él.
27 Todos ellos esperan en ti, para que les des su comida a su tiempo.
28 Tú les das, ellos recogen; abres tu mano, se sacian de bienes.
29 Escondes tu rostro, se turban; les quitas el aliento, expiran, y vuelven al polvo.