1 Dad gracias al Señor, porque El es bueno; porque para siempre es su misericordia.
2 Diga ahora Israel: Para siempre es su misericordia.
3 Diga ahora la casa de Aarón: Para siempre es su misericordia.
4 Digan ahora los que temen al Señor: Para siempre es su misericordia.
5 En medio de mi angustia invoqué al Señor; el Señor me respondió y me puso en un lugar espacioso.
6 El Señor está a mi favor; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?
7 El Señor está por mí entre los que me ayudan; por tanto, miraré triunfante sobre los que me aborrecen.