30 He escogido el camino de la verdad; he puesto tus ordenanzas delante de mí.
31 Me apego a tus testimonios; Señor, no me avergüences.
32 Por el camino de tus mandamientos correré, porque tú ensancharás mi corazón.
33 Enséñame, oh Señor, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin.
34 Dame entendimiento para que guarde tu ley y la cumpla de todo corazón.
35 Hazme andar por la senda de tus mandamientos, porque en ella me deleito.
36 Inclina mi corazón a tus testimonios y no a la ganancia deshonesta.