64 La tierra, oh Señor, está llena de tu misericordia; enséñame tus estatutos.
65 Bien has obrado con tu siervo, oh Señor, conforme a tu palabra.
66 Enséñame buen juicio y conocimiento, pues creo en tus mandamientos.
67 Antes que fuera afligido, yo me descarrié, mas ahora guardo tu palabra.
68 Bueno eres tú, y bienhechor; enséñame tus estatutos.
69 Los soberbios han forjado mentira contra mí, pero de todo corazón guardaré tus preceptos.
70 Su corazón está cubierto de grasa, pero yo me deleito en tu ley.