19 Pero tú, oh Señor, no estés lejos; fuerza mía, apresúrate a socorrerme.
20 Libra mi alma de la espada, mi única vida de las garras del perro.
21 Sálvame de la boca del león y de los cuernos de los búfalos; respóndeme.
22 Hablaré de tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré.
23 Los que teméis al Señor, alabadle; descendencia toda de Jacob, glorificadle, temedle, descendencia toda de Israel.
24 Porque El no ha despreciado ni aborrecido la aflicción del angustiado, ni le ha escondido su rostro; sino que cuando clamó al Señor, lo escuchó.
25 De ti viene mi alabanza en la gran congregación; mis votos cumpliré delante de los que le temen.