2 Desde Sion, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido.
3 Que venga nuestro Dios y no calle; el fuego consume delante de El, y a su derredor hay gran tempestad.
4 El convoca a los cielos desde lo alto, y a la tierra, para juzgar a su pueblo,
5 y dice: Juntadme a mis santos, los que han hecho conmigo pacto con sacrificio.
6 Y los cielos declaran su justicia, porque Dios mismo es el juez. (Selah)
7 Oye, pueblo mío, y hablaré; Israel, yo testificaré contra ti. Yo soy Dios, tu Dios.
8 No te reprendo por tus sacrificios, ni por tus holocaustos, que están continuamente delante de mí.