5 Padre de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en su santa morada.
6 Dios prepara un hogar para los solitarios; conduce a los cautivos a prosperidad; sólo los rebeldes habitan en una tierra seca.
7 Oh Dios, cuando saliste al frente de tu pueblo, cuando marchaste por el desierto, (Selah)
8 tembló la tierra; también se derramaron los cielos ante la presencia de Dios; el Sinaí mismo tembló delante de Dios, el Dios de Israel.
9 Tú esparciste lluvia abundante, oh Dios, tú fortaleciste tu heredad cuando estaba extenuada.
10 Los de tu pueblo se establecieron en ella; en tu bondad, oh Dios, proveíste para el pobre.
11 El Señor da la palabra; las mujeres que anuncian las buenas nuevas son gran multitud: