1 Sálvame, oh Dios, porque las aguas me han llegado hasta el alma.
2 Me he hundido en cieno profundo, y no hay donde hacer pie; he llegado a lo profundo de las aguas, y la corriente me anega.
3 Cansado estoy de llorar; reseca está mi garganta; mis ojos desfallecen mientras espero a mi Dios.
4 Más que los cabellos de mi cabeza son los que sin causa me aborrecen; poderosos son los que quieren destruirme, sin razón son mis enemigos, me hacen devolver aquello que no robé.
5 Oh Dios, tú conoces mi insensatez, y mis transgresiones no te son ocultas.