6 De ti he recibido apoyo desde mi nacimiento; tú eres el que me sacó del seno de mi madre; para ti es continuamente mi alabanza.
7 He llegado a ser el asombro de muchos, porque tú eres mi refugio fuerte.
8 Llena está mi boca de tu alabanza y de tu gloria todo el día.
9 No me rechaces en el tiempo de la vejez; no me desampares cuando me falten las fuerzas.
10 Porque mis enemigos han hablado de mí; y los que acechan mi vida han consultado entre sí,
11 diciendo: Dios lo ha desamparado; perseguidlo y apresadlo, pues no hay quien lo libre.
12 Oh Dios, no estés lejos de mí; Dios mío, apresúrate a socorrerme.