1 Ciertamente Dios es bueno para con Israel, para con los puros de corazón.
2 En cuanto a mí, mis pies estuvieron a punto de tropezar, casi resbalaron mis pasos.
3 Porque tuve envidia de los arrogantes, al ver la prosperidad de los impíos.
4 Porque no hay dolores en su muerte, y su cuerpo es robusto.
5 No sufren penalidades como los mortales, ni son azotados como los demás hombres.
6 Por tanto, el orgullo es su collar; el manto de la violencia los cubre.
7 Los ojos se les saltan de gordura; se desborda su corazón con sus antojos.