5 ¿Hasta cuándo, Señor? ¿Estarás airado para siempre? ¿Arderán como fuego tus celos?
6 Derrama tu furor sobre las naciones que no te conocen, y sobre los reinos que no invocan tu nombre.
7 Pues han devorado a Jacob, y han asolado su morada.
8 No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados; venga pronto a nuestro encuentro tu compasión, porque estamos muy abatidos.
9 Ayúdanos oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre.
10 ¿Por qué han de decir las naciones: Dónde está su Dios? Sea notoria entre las naciones, a nuestra vista, la venganza por la sangre derramada de tus siervos.
11 Llegue a tu presencia el gemido del cautivo; conforme a la grandeza de tu poder preserva a los condenados a muerte.