12 que dijeron: apoderémonos de los prados de Dios.
13 Oh Dios mío, ponlos como polvo en remolino; como paja ante el viento.
14 Como fuego que consume el bosque, y como llama que incendia las montañas,
15 así persíguelos con tu tempestad, y aterrorízalos con tu torbellino.
16 Cubre sus rostros de ignominia, para que busquen tu nombre, oh Señor.
17 Sean avergonzados y turbados para siempre; sean humillados y perezcan,
18 para que sepan que sólo tú, que te llamas el Señor, eres el Altísimo sobre toda la tierra.