7 En el día de la angustia te invocaré, porque tú me responderás.
8 No hay nadie como tú entre los dioses, oh Señor, ni hay obras como las tuyas.
9 Todas las naciones que tú has hecho vendrán y adorarán delante de ti, Señor, y glorificarán tu nombre.
10 Porque tú eres grande y haces maravillas; sólo tú eres Dios.
11 Enséñame, oh Señor, tu camino; andaré en tu verdad; unifica mi corazón para que tema tu nombre.
12 Te daré gracias, Señor mi Dios, con todo mi corazón, y glorificaré tu nombre para siempre.
13 Porque grande es tu misericordia para conmigo, y has librado mi alma de las profundidades del Seol.