1 Abre tus puertas, Líbano, y consuma el fuego tus cedros.
2 Gime, ciprés, porque ha caído el cedro, porque los árboles majestuosos han sido derribados; gemid, encinas de Basán, porque ha caído el bosque impenetrable.
3 Voz de gemido de pastores, porque su esplendor está arruinado; voz del rugido de leoncillos, porque derribada está la gloria del Jordán.
4 Así dice el Señor mi Dios: Apacienta las ovejas destinadas para la matanza.