8 y los traeré y habitarán en medio de Jerusalén; y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios en verdad y en justicia."
9 Así dice el Señor de los ejércitos: "Sean fuertes vuestras manos, vosotros que escucháis en estos días estas palabras de la boca de los profetas, los cuales hablaron el día en que se pusieron los cimientos de la casa del Señor de los ejércitos para la reedificación del templo.
10 "Porque antes de aquellos días no había paga para hombre ni paga para el ganado; y no había paz para el que salía o entraba a causa del enemigo, y yo puse a todos los hombres unos contra otros.
11 "Pero ahora yo no trataré al remanente de este pueblo como en los días pasados"--declara el Señor de los ejércitos.
12 "Porque habrá simiente de paz: la vid dará su fruto, la tierra dará su producto y los cielos darán su rocío; y haré que el remanente de este pueblo herede todas estas cosas.
13 "Y sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré para que seáis bendición. No temáis, mas sean fuertes vuestras manos."
14 Porque así dice el Señor de los ejércitos: "Tal como me propuse haceros mal cuando vuestros padres me hicieron enojar"--dice el Señor de los ejércitos-- "y no me he arrepentido,