5 Y vosotros sabéis que El se manifestó a fin de quitar los pecados, y en El no hay pecado.
6 Todo el que permanece en El, no peca; todo el que peca, ni le ha visto ni le ha conocido.
7 Hijos míos, que nadie os engañe; el que practica la justicia es justo, así como El es justo.
8 El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo.
9 Ninguno que es nacido de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
10 En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que no ama a su hermano.
11 Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros;