9 Porque si el ministerio de condenación tiene gloria, mucho más abunda en gloria el ministerio de justicia.
10 Pues en verdad, lo que tenía gloria, en este caso no tiene gloria por razón de la gloria que lo sobrepasa.
11 Porque si lo que se desvanece fue con gloria, mucho más es con gloria lo que permanece.
12 Teniendo, por tanto, tal esperanza, hablamos con mucha franqueza,
13 y no somos como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro para que los hijos de Israel no fijaran su vista en el fin de aquello que había de desvanecerse.
14 Pero el entendimiento de ellos se endureció; porque hasta el día de hoy, en la lectura del antiguo pacto el mismo velo permanece sin alzarse, pues sólo en Cristo es quitado.
15 Y hasta el día de hoy, cada vez que se lee a Moisés, un velo está puesto sobre sus corazones;