13 Porque si estamos locos, es para Dios; y si estamos cuerdos, es para vosotros.
14 Pues el amor de Cristo nos apremia, habiendo llegado a esta conclusión: que uno murió por todos, por consiguiente, todos murieron;
15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
16 De manera que nosotros de ahora en adelante ya no conocemos a nadie según la carne; aunque hemos conocido a Cristo según la carne, sin embargo, ahora ya no le conocemos así.
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es ; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.
18 Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;
19 a saber, que Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando en cuenta a los hombres sus transgresiones, y nos ha encomendado a nosotros la palabra de la reconciliación.