1 Porque quiero que sepáis qué gran lucha tengo por vosotros y por los que están en Laodicea, y por todos los que no me han visto en persona,
2 para que sean alentados sus corazones, y unidos en amor, alcancen todas las riquezas que proceden de una plena seguridad de comprensión, resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios, es decir, de Cristo,
3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
4 Esto lo digo para que nadie os engañe con razonamientos persuasivos.