18 entenebrecidos en su entendimiento, excluidos de la vida de Dios por causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su corazón;
19 y ellos, habiendo llegado a ser insensibles, se entregaron a la sensualidad para cometer con avidez toda clase de impurezas.
20 Pero vosotros no habéis aprendido a Cristo de esta manera,
21 si en verdad lo oísteis y habéis sido enseñados en El, conforme a la verdad que hay en Jesús,
22 que en cuanto a vuestra anterior manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos,
23 y que seáis renovados en el espíritu de vuestra mente,
24 y os vistáis del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad.