16 en todo, tomando el escudo de la fe con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno.
17 Tomad también el yelmo de la salvacion, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios.
18 Con toda oración y súplica orad en todo tiempo en el Espíritu, y así, velad con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
19 y orad por mí, para que me sea dada palabra al abrir mi boca, a fin de dar a conocer sin temor el misterio del evangelio,
20 por el cual soy embajador en cadenas; que al proclamar lo hable con denuedo, como debo hablar.
21 Pero a fin de que también vosotros sepáis mi situación y lo que hago, todo os lo hará saber Tíquico, amado hermano y fiel ministro en el Señor,
22 a quien he enviado a vosotros precisamente para esto, para que sepáis de nosotros y para que consuele vuestros corazones.