2 Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
3 Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros,
4 orando siempre con gozo en cada una de mis oraciones por todos vosotros,
5 por vuestra participación en el evangelio desde el primer día hasta ahora,
6 estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.
7 Es justo que yo sienta esto acerca de todos vosotros, porque os llevo en el corazón, pues tanto en mis prisiones como en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia.
8 Porque Dios me es testigo de cuánto os añoro a todos con el entrañable amor de Cristo Jesús.