2 haced completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito.
3 Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo,
4 no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás.
5 Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús,
6 el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse,
7 sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres.
8 Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.