1 Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas,
2 en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo.
3 El es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
4 siendo mucho mejor que los ángeles, por cuanto ha heredado un nombre más excelente que ellos.
5 Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Hijo mio eres tu, yo te he engendrado hoy; y otra vez: Yo sere Padre para El, y El sera Hijo para mi?
6 Y de nuevo, cuando trae al Primogénito al mundo, dice: Y adorenle todos los angeles de Dios.
7 Y de los ángeles dice: El que hace a sus angeles, espiritus, y a sus ministros, llama de fuego.